¿Qué son los anticongelantes?
Los sistemas de enfriamiento de los motores para trabajo pesado necesitan especial cuidado y protección durante todo el año.
Los anticongelantes son compuestos químicos que se añaden a los líquidos para reducir su punto de solidificación, logrando de esta forma que la mezcla resultante se congele a una temperatura más baja.
El anticongelante es un producto que, a pesar de su denominación, juega un papel más importante en verano que en invierno, puesto que su función se realiza en el circuito que “refrigera” el motor; por esa razón también se llama refrigerante. No obstante, en invierno también el líquido cumple funciones básicas para el funcionamiento y para la vida del motor.

El anticongelante es el fluido que se añade al agua en el circuito de refrigeración para enfriar el motor durante la marcha y ayudar así a la disipación del calor. Dadas las grandes cilindradas y potencias y severos regímenes de funcionamiento de los motores actuales, se alcanzan unas temperaturas en la camisa de los cilindros y a lo largo del ciclo de refrigeración que obligan a elevar el punto de ebullición del fluido refrigerante, para que éste no llegue a vaporizar y no se formen burbujas que generen zonas sin adecuada capacidad de transmisión el calor.
Debido a esto, el requisito fundamental que se exige al líquido anticongelante es que tenga un punto de ebullición elevado y una alta conductividad térmica. Así mismo, el fluido debe permanecer líquido incluso en los ambientes más fríos, por lo que se debe bajar también lo más posible su punto de congelación.
Por otra parte, se debe evitar la formación de cualquier depósito mineral que pueda precipitar en los tubos del radiador, obstruyéndolos, y que son especialmente peligrosos cuando se emplea agua muy dura para la refrigeración.

Aplicaciones del anticongelante
Una aplicación típica es añadirlos a la gasolina y/o el Diesel para evitar su solidificación en invierno, así como al agua del circuito de refrigeración de los motores para que funcionen expuestos a temperaturas extremas. Otra aplicación es inhibir la corrosión de los sistemas de refrigeración que a menudo contienen una gama de metales electroquímicamente incompatibles (aluminio, hierro fundido, cobre, soldaduras de plomo, etcétera).
Como norma general se debe sustituir cada dos años (o cada 40,000 kilómetros) todo el líquido del circuito de refrigeración, porque en ese tiempo el líquido ha perdido ciertas cualidades, como las anticorrosivas, y no precisamente las de anticongelante, que solamente disminuirían.
En Lubr icant Express tenemos tres anticongelantes:

